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RECUERDO DEL HOMBRE DEL SUR

El Hombre del Sur había vuelto a su ciudad, estaba sentado en un banco del parque meditando de repente le vino a la memoria un recuerdo.

Recuerdo cuando se lo conté a Merlin

Verá usted, … Ella me dijo que deseaba bañarse en el mar por la noche, era un deseo que nunca había podido realizar.

Un día conseguí que se cumpliera su deseo…. –Fue el día más feliz  de mi vida, jamás lo olvidaré…

Cuéntame que pasó, me dijo Merlin al verme tan contento.

Pues veras dijo ilusionado porque alguien le escuchaba con interés, el hombre temblaba de emoción. El Hombre de la Mujer del Sur, me miró agradecido.

Tenía los ojos humedecidos y a punto de saltársele las lágrimas emocionado por los recuerdos, el hombre como pudo continuó contándome.

Llegamos a la orilla del mar, no sé si era el sitio ideal, pero si al que nos llevó el destino. Acababa de anochecer, miré a La Mujer del Sur que estaba a mi lado.

  Ella miraba el cielo, miraba las estrellas y sonreía feliz, se cogió a mi brazo y se apretó contra mi cuerpo.

El rumor de las olas era silencioso y suave invitando a sumergirse en ellas.

Lentamente nos quitamos la ropa y andamos por la arena hacia el mar cogidos de la mano, ella empezó a temblar, no quería meterse en el agua. La abrace y la bese en la frente para darle más  seguridad.

–Poco a poco se fue metiendo en el agua, se agarraba a mis brazos con fuerza con tanta fuerza que me  hacía daño, temblaba muchísimo…

La abracé fuertemente y la volví a besar en la frente varias veces, el agua nos llegaba por la cintura, temblaba y sonreía con cara de miedo.

Yo me preguntaba… ¿por qué la habré hecho meterse, mira como sufre?. la abrace preocupado y la dije no tengas miedo estoy contigo, no tiembles.

Es de friiiíooo me dijo tiritando y balbuceando por sus temblores. No es de miedo y sin pensarlo más, se agachó de golpe hundiendo la cabeza en el agua.

Me fijé en su forma de nadar, era una experta.

No te imaginas como nadaba, nadó en todos los estilos, así nadamos un ratito, nos besamos y salimos del agua contentos.

Ella, La Mujer del Sur, cogió su toalla se la puso a modo de capa y me abrigó con ella, así los dos liados en la toalla estuvimos un rato.

Jamás olvidaré ese instante, Amigo.

LA MUJER DE ENFRENTE

Estaba anocheciendo, la jornada de trabajo del  Hombre de la Gasolinera había terminado, se despidió de sus compañeros  cruzó la avenida. Y se fue a ver a La Mujer de Enfrente a su casa, como tantas otras veces.

La Mujer le estaba esperando, deseosa de sentir el placer de abrazar a un hombre por el que suspiraba con pasión.

El Hombre de la Gasolinera la abrazó nada más entrar elevándola del suelo y besándola en los labios la llevo por el pasillo hasta la cocina, ella respiraba excitada cuando la soltó…

La mujer en la cocina preparó unos vasos de agua porque a los dos se les había quedado la boca seca y mientras los llenaba el hombre la abrazó por detrás, la besó en el cuello, en la nuca y acariciándola le susurraba palabras de amor al oído…

La Mujer de Enfrente se estaba excitando con tanta pasión.

Ella suspiraba de placer mientras el hombre continuaba besándola y quitándole la ropa.

La mujer sonreía viendo al hombre tan efusivo.

La mujer tenía totalmente descolocada la ropa… poco a poco en la cocina el hombre fue desabrochando las prendas que llevaba puestas…

 “JA JAJA… ME ESTÁS DESNUDANDO VIVA” , le dijo La mujer sonriendo.

Y abrazados se fueron a sentar en el sofá, la mujer ya no aguantaba más y juntó su cuerpo con el de él, mientras su pecho se erguía palpitando acelerado y moviéndose al ritmo de su respiración, el hombre miró embelesado la belleza del cuerpo que tenía delante y pasó sus dedos por la piel de los maravillosos senos que se ofrecían deseosos…

El Hombre de la Gasolinera estaba ardiendo, sintió la dureza de su miembro intentando salir de su encierro de pronto sintió la mano de la Mujer de Enfrente sacándole de su encierro y acariciándole con pasión se lo llevó a su boca.

El Hombre de la Gasolinera, sin pensarlo dos veces metió su mano hasta la entrepierna de la mujer llagando hasta su sexo, el hombre acariciaba la cara de la mujer mientras sus dedos se movían con agilidad estimulando la perla que envolvían los labios  de la excitada gruta de la mujer

La mujer ya no pudo aguantar más de un salto se colocó encima del hombre y con soltura agarró el miembro y lo llevó hasta su sexo, el hombre sintió cómo su dureza entraba en contacto con el mojado vestíbulo que rodea la perla de la excitada Mujer Solitaria y su cuerpo se puso en tensión,

La mujer continuó abrazándolo para regalarle la maravillosa sensación de sentir cómo iba entrando en esa caliente gruta, la potente fiereza del hombre fue abriéndose paso por la húmeda abertura mientras lo ensartaba, y éste lo engulló lentamente, hasta que la mano de La mujer lo soltó y se lo tragó de golpe.

La Mujer de Enfrente dio un gemido ¡¡AHHUUU¡¡ quedando completamente extasiada sobre él dando un gemidos de placer que emociono al hombre que a los pocos segundos descargó toda su euforia en la cavidad que había encontrado.

 Nos quedamos abrazados, agitados, sudados, todavía excitados tratando de recuperar el aliento.

Ella entonces se apretó contra el hombre fundiéndose los dos en un solo cuerpo… Al cabo de un rato, Quedaron ambos desfallecidos y abrazados sin decir nada se miraban felices con amor, entonces la mujer incorporándose un poco le dijo…

 –“ESTOY CASADA”…

¡¡¡QUEEEE!!!!, El Hombre de la Gasolinera dio un salto y se puso de pie -¿Pero qué me dices?¿Y si llega tu marido con una escopeta?….

–¡¡¡Eso no lo digas nunca!!! Respondió  muy seria.

–Porque Las cosas que se piensan suceden… Pero… Tranquilo, estoy separada desde hace 5 años y el no ha venido nunca aquí…

–¿Estás separada o divorciada?…

–Solo separada y legalmente casada…

 El Hombre de la Gasolinera salió de la casa y se marchó, sorprendido y extrañado.

–Es Normal que me  sorprenda pero si el marido no ha vuelto por la casa y no han hablado nunca más, no creo que haya problema…

El Hombre de la Gasolinera caminaba por la avenida más tranquilo, respiraba aliviado fuera de la casa.

EL HOMBRE SOLO MEDITABA

El Hombre Solo, estaba sentado en un Sillón en el salón de su casa, Había estado pintando un retrato y no estaba muy agusto con el parecido, tenía un gran parecido pero no era el que a él le gustaba… así que lo había dejado y con un libro en la mano sentado en ese sillón pensaba en lo sucedido la tarde anterior.

Tenía un dedo introducido entre las hojas del libro como si no quisiera perder el lugar de la lectura, Había leído un poema que le tenía muy preocupado y que estaba relacionando con su vida.

Sin dejar de ser tú, decía el encabezamiento.

Qué razón tiene, son cosas que me suceden, es mí sino, es mi ventura.

“Para mí eres la persona más importante” me decía a menudo, Y yo me lo creí.

Qué cosas, sonreí de mala gana y volví a recordar el encabezamiento del verso que acababa de leer.

Miré el Libro y Pensé con tristeza…. ¡Qué razón tienes amigo!

SIN DEJAR DE SER TÚ

Como te han tomado el pelo

Mi querido hombre inocente

Te dicen que te esperan

 Y  tú lo crees a pies juntillas

Hoy te ha tomado el pelo

Quizás otras noches también

Y siempre te echa la culpa

De las malas relaciones

Te toma el pelo y se ríe

Después te culpa de todo

Te mira la cara y sonríe

Sabe que puede con todo

Eres un pobre iluso

Que creías que tu arte

A un ser sin sentimientos

Era capaz de alegrarle

Ni siquiera le ha hecho efecto

Verse al lado de arrecifes

En ese bello lugar

Y en un retrato difícil

Te han tirado por tierra

Tu trabajo sin modelo

Te han tirado por tierra

Por mucho que tú pongas celo

Anda hombre, piensa un poco

Trata de borrar todo

Piensa que te ha tomado el pelo

 Eso te ayudará un poco

Verás que pronto se olvida

Ella ya te lo ha dicho

No te molestaré más

Ya me he ido de tu vida

Has sido un entretenimiento,

Que ya ha pasado de moda

Rompe todo pensamiento

Haz una buena poda

Parece mentira, lo que te encuentras en una lectura, me dije pensativo, ¿Cómo es posible tanta semejanza?… Pensé sentado tranquilamente en mi sillón.

Me sentaré en el banco de siempre y esperaré, me dije… y me dedicaré a ver pasar a la gente, y hasta es posible que aparezca mi bella joven.¡¡¡Madre mía que belleza!!!. Me ha causado un gran impacto esa joven.

Así ensimismado en sus pensamientos caminaba despacio por la avenida cercana a la rivera.  ¡¡¡ DE PRONTO!!!  Una sirena de un coche policía le sacó de sus pensamientos. Miró sin hacer mucho caso.

A menudo pasa la policía con sus sirenas hacia algún sitio que ha sucedido algo. Me dije sonriendo por mi sobresalto.

Enfrente en la otra vía, muy cerca de donde yo me encontraba había una gasolinera, al momento apareció el coche de la policía, cortando el paso a otro llevándole hacia la entrada de la gasolinera.

En seguida aparecieron varios coches de policía rodearon al coche fugitivo, varios policías uniformados se acercaron al coche detenido mientras  otro policía se encargaba de evitar que los curiosos se pararan a ver qué pasaba, aligerando el tráfico de coches y de personas. El policía conseguía  que todos los coches pasaran sin detenerse a penas.

Yo estaba parado  en la acera  de enfrente mirando, me llamó la atención un coche sin distintivos policiales que el policía que dirigía el trafico le dejó pasar y además  hizo el típico saludó a los ocupantes  del vehículo.

El coche paró y Se bajaron dos personas, un hombre y una mujer, que muy rápidamente se unieron al grupo de policías, que al verlos llegar se apartaban dejándoles paso.

Serán policías también pensé, Van sin uniforme deben ser de la policía secreta, me dije sin tener ni idea de cómo funciona la policía.

La avenida tenía un bulevar en el centro y dos vías a cada lado, yo me encontraba en la acera del otro lado, pero podía ver bien a las personas.

Vi claramente que del coche camuflado se bajó un hombre y una mujer. Todos los policías se apartaron al paso de la mujer y la saludaban como si ella fuera el jefe.

Mi curiosidad me hizo quedarme a esperar y ver cómo era la mujer, ya que me había parecido conocida, los acontecimientos no se alargaron demasiado, tres o cuatro minutos y la mujer andando con mucho desparpajo salió de entre el grupo de policías.

Entonces me fijé bien en ella, estaba en la otra acera y no pude ver bien la cara de la mujer. Pero si su figura que me era familiar, su minifalda y su forma de andar no se me había borrado de la mente.

¡ES LA JOVEN DEL PASEO DE LA RIBERA!.

Dije con alegría en voz alta.

La gente que había a mi alrededor me miraba sonriendo, mi expresión les había hecho gracia.

Esta  policía tiene un cargo muy grande, me dije, La Joven de la Ribera me parece muy joven para ser policía como esta que debe tener un cargo muy importante, todos los policías la saludaban.

En fin, creo que la joven del otro día no es la misma que se ha bajado del coche camuflado ha sido una  casualidad que el parecido me haya hecho confundirla, la joven de la ribera es demasiado joven y esta  parece que tiene un alto cargo aunque también parecía muy joven.

El Hombre Solo reanudó su  paseo hacia la ribera del río, pensando en los acontecimientos llegó a su banco preferido y se sentó tranquilamente a meditar.

Las tinieblas del anochecer estaban apareciendo. Al momento me vino a mi pensamiento una situación que me hizo feliz, fue hace muchos años…

Tendría Yo unos veinte años, me dije sonriendo…

Entonces la vida era de otra forma para mí, esos recuerdos son los que me hacen estar solo.7

–Eso fue hace muchos años ya es historia, después he sabido que era lo que le impedía que fuéramos totalmente felices, era mi paleta y mis pinceles….Ella pensaba que yo no la hacía caso que estaba enamorado de mis pinceles y de mi cuadro, entonces desapareció y por eso yo soy Un Hombre Solo….

Hoy no ha sido un día normal.

 Hoy ha sido más raro que nunca

Las nubes cubren el mar

 y nadie viene en tu busca.

Pero si hay alguien que te espera,

 No pierdas ni un instante

No esperes de esta manera,

 Ve a su encuentro cuanto antes.

¿Qué es lo que veo en mis sueños,

Que es lo que se ve al fondo?

Parecen montes pequeños,

Es algo que ha calado muy hondo.

Ese maravilloso lugar,

Ese sitio al fin y al cabo

Es un lugar para amar,

Es la montaña del cabo

No dejes que se nuble el sueño,

No dejes de pensar en él

Las almas tienen su dueño

 Y el corazón también

El Hombre Solo, estaba agusto sentado en su banco de la ribera del río.

–Agusto, me dije… –Aunque solo haya sido en mi recuerdo. y seguí mirando a la gente que paseaba por la ribera. Así sentado en el banco, mis pensamientos volaban recorrían toda mi mente buscando un resquicio para salir, al final uno de ellos consiguió que mi atención se fijara en él,  a raudales brotaba de mi memoria.

Comencé a andar de espaldas sin quitar ojo a la escultura temblando de miedo entré en el salón tratando de encontrar a alguien, fui de un lado a otro del salón,,,

Nada no había nadie…Los temblores de miedo no me dejaban andar iba dando tropezones con todas las cosas, me dirigí al pasillo, estaba asustadísima y… Alguien me puso una mano en el hombro

–¡¡¡AAAAAJJJJJ!!! Grité llena de pánico…

Me volví despavorida y me encontré con la mujer de la ventana sonriéndome… ¡¡GLUP!! No dije más y caí redonda al suelo… no me podía mover pero veía a la mujer sonriendo y tratando de ayudarme…

La mujer me llevó al salón y se  sentó a mi lado y me acariciaba la espalda suavemente, yo agradecía la tranquilidad que me estaba proporcionado pero la respiración no la recuperaba.

Me puso una mano en el hombro y me atrajo hacia ella hasta que apoyé la cabeza en su pecho, la mujer me acariciaba con ternura la cara y me besaba el pelo tranquilizándome, yo me estaba relajando, me abrace a ella sintiéndome protegida contra no sé de qué y sentí que me acariciaba el pecho mientras me besaba en los labios.

La mujer seguía besándome en los labios mientras me acariciaba, yo ya no sentía miedo me sentía agusto con tanta ternura, una suave fragancia me inundaba mientras la mujer seguía besándome y acariciándome todo el cuerpo.

Sentí que me acariciaba las piernas y llegaba hasta mi intimidad que apretaba suavemente por encima de mis braguitas, la mujer poco a poco me las fue quitando y acariciaba mi sexo con sus dedos.

La mujer desprendía una fragancia que me gustaba.

Poco a poco fui perdiendo la noción del tiempo no sabía lo que hacía ni donde estaba, fui perdiendo el sentido más y más, pero tuve tiempo de notar que me tumbaba en una cama y me quitaba la ropa y ella se tumbaba a mi lado abrazándome y ya no recuerdo más.

Cuando recobré el sentido estaba en la calle, en la puerta de la casa, sin saber para donde ir ni por qué estaba allí.

Empecé a andar sonámbula y miré con timidez a la ventana, no vi a nadie, todo han sido imaginaciones mías, me dije, no ha habido nadie en esa casa, ¿pero por donde ha salido el Hombre de la Gasolinera?, creo que volveré con más tranquilidad a ver qué sucede en esa casa

Al día siguiente, La Mujer de  Enfrente seguía pensando en lo que le había pasado tenía una pesadumbre que no la dejaba tranquila, ella pensaba en lo que le había sucedido, Había seguido al Hombre de la Gasolinera.

La Mujer de  Enfrente recordaba con nerviosismo.

 –Fui detrás de él y entró en una casa y yo detrás de él, pero no le vi no le encontré y me pasaron una serie de cosas raras que hoy voy a intentar averiguar.

La Mujer de  Enfrente salió de su casa decidida a ir a la casa de La Mujer Fantasma

Me dirigí a esa casa con mucha decisión  y cuando estaba llegando mis piernas se negaban a seguir un temblor recorría todo mi cuerpo.

Entonces vi a la bella mujer de ayer en la ventana, me estaba mirando y me sonreía, yo no sabía qué hacer si seguir o volverme, ya cerca de la puerta me paré dudando, entonces la mujer me hizo señas para que entrara, la vi tan convincente con una sonrisa tan agradable que anduve animada hacia la puerta.

Cuando iba a llamar, la puerta se abrió sola no había nadie dentro, entré y muy despacito anduve casi de puntillas por el ancho pasillo lleno de esculturas y cuadros, una luminosidad tenue y un silencio sobrecogedor me acompañaban.

Mis piernas temblaban veía que no me iban a poder sostener, de pronto un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, alguien me había puesto una mano en mi trasero, me volví como una exhalación y no vi a nadie, me pegué a la pared muerta de miedo mirando para todos lados, estaba asustadísima.

Miré al lugar donde el día anterior estaba la escultura de la mujer y no estaba, ya no podía aguantar más, empecé a andar despacio hacia la puerta para irme temblando de miedo.

–¡¡¡AAAHHH!!!, Di un grito desgarrador, sentí una mano en mi hombro, me volví preparada para luchar y me encontré a la bella mujer sonriéndome…

–No te marches pasa, me dijo pasándome un brazo por los hombros y empujándome levemente hacia adentro.

La Mujer de Enfrente de repente se sintió relajada y tranquila, se sentía agusto mirando a una mujer tan bella.

Yo la miraba embobada y ella sonreía y me acariciaba la espalda llegando hasta mis nalgas y las apretaba suavemente, me miraba tranquilizándome mientras andábamos hacia el salón.

En esos momentos sentí una tranquilidad enorme.

Nos sentamos en el sofá y ella seguía acariciándome la cara y besándome en las mejillas, me besaba la frente mientras yo sentía un relax desconocido.

Ella tenía un perfume embriagador, esa fragancia que me embargó el otro día haciéndome sentir en la gloria, me encontraba agusto sentía que me besaba muy despacito en los labios cerré los ojos sintiendo un gran placer, sentí como me acariciaba las piernas y seguía hasta mis caderas.

El corazón me palpitaba a una velocidad endiablada, sentí que me pasaba la mano por el pecho  a la vez que me besaba, yo seguía con los ojos cerrados deleitándome con sus caricias, sentí su mano subiendo hasta el límite de mis piernas, El placer que estaba sintiendo me hizo abrir las piernas permitiendo a la mano llegar hasta donde quería.

Empecé a suspirar de placer, mis gemidos retumbaban en la casa con un eco profundo, de pronto sentí que me quitaba las bragas, Abrí los ojos sorprendida.

 …Sobresaltada, di un grito aterrador

–¡¡¡NO HAY NADIE CONMIGO!!!  ¡¡¡ESTOY SOLA!!!,

– ¿Qué me está pasando? Me dije mientras me colocaba la ropa y me dirigí hacia la puerta con aire decido…

Abrí la puerta y salí a la calle, no quería mirar para atrás y seguí andando rápido alejándome pero a los pocos metros no pude resistir la tentación de mirar para atrás, Allí estaba la mujer en la ventana sonriéndome y diciendo adiós con la mano.

La Mujer de Enfrente no podía vivir con la obsesión de esa casa, pensaba en La Mujer Fantasma y no podía quitársela de su mente.

Esa noche no pudo dormir, un sueño aterrador la despertaba a cada momento, miles de fantasmas entraba en su habitación y le quitaban la ropa bruscamente, la desnudaban por completo mientras una mujer bellísima la acariciaba y la tranquilizaba, de repente uno de los fantasmas feísimo con unos ojos saltones y una boca tremenda empujó a la mujer bellísima echándola a un lado y se echo encima de ella, en ese momento se despertaba  sudando y llorando de miedo.

A la mañana siguiente mientras desayunaba no dejaba de pensar en la casa donde sintió que la tocaban todo el cuerpo y no vio a nadie, después recordó a la bella mujer que la tranquilizó, pensaba en La Mujer tan bella que vio en la ventana.

–Tengo que ir y descubrir el misterio, se dijo.

Decidida salió de su casa, animada con una idea entre ceja y ceja, andaba con rapidez impaciente por llegar..

La Mujer de Enfrente, obsesionada con los raros sucesos que vivió en esa casa se dirigió a ella con la idea de averiguar qué pasaba allí.

Pero a medida que me acercaba mi ánimo iba desapareciendo, la rapidez con la que andaba fue amainando, un escalofrío recorrió mi espina dorsal poniéndome carne de gallina.

 Empecé a dudar si me acercaba o no, creo que empecé a sentir terror a lo desconocido.

–No sé qué hacer, se dijo, –Quiero averiguar quién es esa mujer tan bella  que me besó con tanta  ternura.

–¿Quién era esa mujer tan bella y tan cariñosa? Me pregunté  –¿Y que desaparecía dejándome medio adormilada y sin saber que estaba pasando?…Eso me inquieta.

Decidida me dirigí a la casa mirando la ventana donde vi a la mujer, estaban las cortinas echadas no había nadie, llegué a la puerta y cuando iba a llamar la puerta se abrió sola, entré en el recibidor mirando para todos lados me encontraba en el ancho pasillo cuando la puerta se cerró sola.

– ¡AAAHHH!, Grité sobresaltada.

 Una oscuridad tenebrosa inundó el pasillo dejando ver unas sombras alargadas de las figuras y jarrones que me sobrecogían aun más de lo que ya estaba.

 Poco a poco mi vista se fue acostumbrando a la oscuridad y con la poca luz que dejaban entrar las puertas de las estancias vecinas podía ver algo más.

Comencé a andar despacio por el pasillo y de pronto sentí unos pasos detrás de mí, y un ruido muy ligero, como un suspiro muy cerca de mi oído, nada más, un frio me recorrió la espalda como si un iceberg se me hubiera pegado.

Me volví todo lo rápida que pude y no vi a nadie, mi cuerpo empezó a temblar andando de espaldas me pegué a una puerta del pasillo.

-¡¡¡AAAHHHH!!! Un grito desgarrador me salió de la garganta cuando sentí un aliento en mí nunca a la vez que me acariciaban el culo.

Fuera de sí alterada, empuje la puerta y me encontré en una habitación con una luz tenue que dejaba pasar una gruesa cortina de una única ventana, en la habitación solo había un escritorio y una estantería biblioteca llena de libros.

Aterrada miraba para todos lados tratando de ver algo más.

 La habitación no estaba muy limpia el suelo estaba lleno de polvo, me fui hacia la ventana para abrir más la cortina y vi delante de mí, formarse en el suelo lleno de polvo la huella de un pie,  como si el pie estuviera allí. Me detuve llena de pánico.

 Delante de aquella huella se dibujó inmediatamente otra. Avancé rápidamente hacia la ventana, y la huella avanzó, delante de mí; era una huella pequeña, como la de una mujer. La impresión era demasiado débil para que pudiera distinguirse claramente su forma, pero me pareció que debía ser la de un pie descalzo.

 Abrí la cortina y dejé pasar más luz el día era soleado no hacía calor pero yo sudaba a chorros, un sudor frío inundaba mi cuerpo, me sequé el sudor de la frente y decidí ir al salón.

Cuando me volví para hacerlo, una silla, abandonó silenciosa y rápidamente la pared de enfrente, y se paró delante de mí, a un metro aproximadamente de mí. A la misma vez algo me tocó en el hombro, Lo noté claramente…

 … Mis nervios estaban a punto de estallar, salí corriendo hacia la puerta y cuando estaba llegando se cerró de golpe, por más que tiraba del picaporte me fue imposible abrirla. 

–¡¡¡DEJAME SALIR!!! Grité llorando.

Intenté abrir la puerta a golpes pero la puerta permaneció inquebrantable a pesar de los vigorosos golpes.

La sensación de horror que me invadía era inmensa, ahora era un horror más frío y más aterrador. Sentí que me abrazaban por detrás acariciándome todo el cuerpo por delante, apreciaba cerca de mi oído una extraña respiración de alguien inexistente.

Ya no podía resistir más, las piernas empezaron a doblárseme, mi cuerpo se estaba desvaneciendo.

–¡¡¡ESTOY ATRAPADA!!! Dije gritando.

Antes de que hubiera acabado la frase, la puerta, que había intentado abrir sin conseguirlo, se abrió tranquilamente como por su propia voluntad.

 Me precipité al rellano y  vi una enorme luz pálida, que se movía delante de mí, y se iba hacia el salón Al cabo de unos segundos, sentí pasar como una flecha, junto a mi mejilla, una corriente de aire excesivamente fría. Miré hacia la puerta y vi que se había cerrado, mi terror había alcanzado un grado tal que mis sentidos me abandonaron.

Corría por la casa sin saber donde iba, mi intención era encontrar la puerta y salir corriendo a la calle.

 Corrí despavorida hacia la salida y me encontré en el pasillo a la mujer de la ventana sonriéndome y con los brazos abiertos para abrazarme.                                 

No lo dude corrí a refugiarme en ella llorando mirando para atrás y señalando a nada, la mujer me abrazó y me acarició con ternura yo apoyé la cabeza en su pecho mientras ella me besaba el pelo y la cara.                                        

La mujer seguía acariciándome y besándome mientras despacito me llevaba a la habitación

Nos sentamos en la cama y la miré, intenté hablar y no me salió la voz, ella sonriendo me secó las lagrimas con sus dedos y me besó en los labios empujándome suavemente me tumbó en la cama y ella se tumbó a mi lado acariciándome, yo me estaba tranquilizando con las caricias que me hacía con tanta ternura, me abrace a ella y le devolví los besos y las caricias así continuamos un rato y terminamos abrazadas una encima de la otra con las piernas entrelazadas.

 Cuando salí de la casa, andaba como sonámbula con una sensación de placer enorme, me volví hacia la ventana y vi a la mujer sonriendo diciéndome adiós con la mano, continué andando hacia mí casa con la idea de no volver más a esa casa.

Continuará…

–¡¡¡PERO ¿DONDE ESTÁ LA ESCULTURA?!!!  Grité sorprendido….

–¿Qué escultura?, dijo La Mujer Solitaria sonriendo…

La retiré buscando a la escultura, allí no había nadie más…

Me acerqué a la entrada del salón y no había ninguna escultura…– ¡¡¡ES UN FANTASMA!!! Me dije…

Temblando volví a la habitación y me encontré a la Mujer Solitaria abrazada a la Mujer Fantasma, las dos se estaban quitando ropa una a la otra, yo me quedé pasmado no sabía qué hacer andando despacio me acerqué admirando tanta belleza junta.

Ahora sí que se podía decir que había dos cuerpos esculturales… sonreí con mi pensamiento y sin darme cuenta me encontré sentado en la cama con los ojos cerrados.

Estaba medio inconsciente un perfume embriagador que me gustaba inundaba la habitación y un sopor agradable se apoderó de mi cuerpo, en ese momento sentí una respiración caliente y un susurro de voz cerca de mi oído… decía algo ininteligible pero  relajante

 Abrí los ojos y me encontré a la Mujer Solitaria mirándome mientras alguien me besaba, no veía a nadie pero si tocaba a alguien.

Sentía que era la escultura… –La  Mujer Fantasma, me dije… Sentía como  me besaba, no me atreví a mirar, pero la sentía, su cuerpo emanaba una extraña fragancia a la que intentaba evadir porque estaba absorbiendo mi voluntad, me abandoné a mi suerte  y noté como la Mujer Fantasma se echaba encima de mí… Enseguida mi elemento se endureció al sentir la delicia de la piel de la mujer y se movía impetuoso buscando donde cobijarse, al momento lo encontró y entró sin titubear.

Miré a la Mujer Fantasma  y la vi incorporándose temblorosa de placer, cerré los ojos esperando cualquier cosa y Ella no lo soportó más y apretó su cuerpo tembloroso al mío, abrí los ojos al sentir el calor de la piel y me encontré abrazado por La Mujer Solitaria, estaba preciosa… Ella respiraba agitadamente emitiendo grandes bocanadas de aire tibio en mi rostro.

Cada vez que cerraba los ojos y los volvía  abrir me encontraba con una mujer distinta, ahora que estaba La Mujer Solitaria, la miré con pasión… Sus pechos se erguían y se elevaban dejando ver la tensión de su cuerpo, rocé suavemente con las yemas de mis dedos el suave canal entre ambos senos al tiempo que susurraba palabras a su oído que solo ella escuchó…

La apreté fuerte para que no se cambiara pero al abrir los ojos me encontré otra vez con la Mujer Fantasma, desde luego era encantadora no podía decir cual me gustaba más…

Así estuvieron sin dejarme llegar a la culminación con una o con la otra, hasta que estallé sin miramiento sin saber con cual de las dos  y me relajé tumbándome en la cama mirando al techo sin poder creer lo que me estaba pasando…

 Me acerque para agradecérselo y la Mujer Fantasma desapareció… me retiré sorprendido y ahora fui analizando todo lo que me había pasado… había hecho el amor con un fantasma… Se me puso  la carne de gallina solo de pensarlo…

Miré a la Mujer Solitaria y la veía dando suspiros y con la respiración entrecortada, mientras se revolcaba en la cama llena de gozo, ¡Sola sin nadie a quien abrazar! Y se movía convulsivamente… cada vez se me ponían los pelos más de punta…

Me levanté despacito para no interrumpir, la miraba y vi como se iba tranquilizando y su respiración se hacía más pausada, más normal, ella me dirigió una sonrisa encantadora,

La Mujer Fantasma había desaparecido.

Yo me quedé quieto mirando cómo se vestía la Mujer Solitaria…

Salimos de la casa sin saber que decir, muerto de miedo pero entusiasmado con lo que había vivido… La Mujer Solitaria se despidió y yo me encaminé hacia la gasolinera, iba pensando en la relación del Hombre del Pelo Canoso con la Mujer Fantasma ya que le vi salir de la casa… mis pensamientos no me dejaron ver a un hombre que se acercaba y tropecé con él, ¡¡¡Era el Hombre del Pelo Canoso!!!

 El que me visitaba y me decía eso que aun no se qué significa… Así que me quedé Mirándole y le dije sonriendo ¡¡¡SÁBADO, SABADETE, CAMISA LIMPIA… Y LO DEMÁS EL QUE PUEDA!!!, El Hombre me miró, se puso rojo como un tomate, miró hacia la puerta de su casa y sin decir nada salió como una bala hacia allí.

Me quedé mirándolo extrañado y vi en la ventana de la casa a la Mujer Fantasma sonriendo y agitando la mano diciéndome adiós… Sorprendido seguí mi camino hacia la gasolinera.

–Pero si hoy es mi día libre, me dije, lo que voy a hacer es ir a casa de La Mujer Solitaria.

La Mujer de Enfrente, desde la otra acera vio al Hombre de la Gasolinera que se había dado la vuelta y ahora caminaba en dirección contraria, extrañada le siguió unos pasos más atrás.

El Hombre de la Gasolinera caminaba hacia la casa de la Mujer Solitaria y en su camino estaba la casa de La Mujer Fantasma, no hizo mucho caso a eso, pero de pronto vio que el Hombre del Pelo Canoso salía de su casa, el Hombre de la Gasolinera se escondió en la esquina de la calle y el Hombre del Pelo Canoso pasó de largo…

La Mujer de Enfrente que estaba siguiendo al Hombre de la Gasolinera, no entendía lo que estaba pasando, ¿Por qué se esconde, que es lo que pasa?…se dijo…

Yo que iba decidida a llamarle para que fuera a mi casa ahora que estaba sola, esperaré  a ver qué está pasando…

La Mujer de Enfrente esperó pacientemente…

Vi como el Hombre de la Gasolinera continuaba andando despacio mirando hacia la casa, en la ventana una hermosa mujer le hacía señas para que fuera, -¡¡¡LA MUJER DE LA VENTANA LE ESTÁ LLAMANDO!!! ¿Qué querrá?, me dije.

El Hombre de la Gasolinera había desaparecido mientras yo miraba la ventana, seguro que ha entrado en esa casa, pensé, y  me acerqué despacito hasta la ventana y miré a través de la cortina que estaba un poco abierta, no se veía a nadie, la estancia estaba vacía…

Me fui hacia la puerta intrigada y pegué el oído con intención de oír algo, no se oía nada, apreté un poco el oído para pegarlo bien a la puerta y la puerta se abrió con mi peso.

Me quedé mirando sin saber qué hacer, un recibidor y a continuación un ancho pasillo con grandes jarrones y figuras de todas clases y en las paredes había una gran cantidad de cuadros de personajes antiguos que daban un aspecto fúnebre al lugar, sentí un escalofrió que me recorrió todo el cuerpo…

Había poca luz, solo la que entraba por las puertas de las estancias que daban al pasillo, miré para todos lados y no había nadie… Llamé al Hombre de la Gasolinera y no contestó nadie, ¿HAY ALGUIEN AQUÍ? Dije en voz alta, casi gritando del nerviosismo que me estaba entrando,

En ese momento, oí un ruido como de mover una silla y me decidí a entrar, anduve despacio mirando para todos lados, las figuras hacían sombras sobrecogedoras, cada vez estaba más asustada, estaba llegando a  la puerta del salón, cuando sentí una mano acariciando mis nalgas, sonreí ya  más tranquila.

El Hombre de la Gasolinera me ha tocado el culo, se había escondido para asustarme, me dije sonriendo.

– ¿Dónde estabas, me has tenido en un hilo? Dije tratando de abrazarme al Hombre de la Gasolinera, pero al darme la vuelta no había nadie.

– ¿DÓNDE ESTÁS? Grité, pero nadie contesto, de pronto sentí que volvían a acariciarme el culo, me volví nerviosa y ¡¡¡¡AHHHHH!!!!, Di un salto tremendo mientras un escalofrió me recorría toda la columna vertebral, en el pasillo había una escultura de tamaño natural de la mujer que había visto en la ventana.

Continuará.

Después de mucho tiempo me he decido seguir con el relato de la Mujer Policía y el Hombre Solo,

Como mis lectores saben el relato cuenta las confidencias de los personajes.

El Hombre Solo, La Mujer Policía y El Hombre de La Gasolinera junto a La Mujer Solitaria, son los principales  protagonistas, intervienen también el Hombre del Pelo Canoso y La Mujer Fantasma en un caso de suspense de intriga y policiaco…

En fin Continuo

LA MUJER SOLITARIA VA A LA GASOLINERA

Salí de la casa acompañada del Hombre del Pelo Canoso.

–¿No te quedas en casa?, pregunte…

–No vivo Aquí, me fui cuando mi mujer murió…. nos despedimos y me dirigí a la gasolinera con la idea que tenía en la cabeza…

–Pues ahora mismo, se dijo entusiasmada por la idea, no voy a esperar más, voy a buscar al Hombre de la Gasolinera y lo traigo a esta casa… 

  Era sábado y aunque es su día libre El Hombre de la Gasolinera Estaba con su compañero en la gasolinera esperando al hombre que le decía esas cosas que no entendía.

La Mujer Solitaria llegó a la gasolinera muy decidida…

El Hombre de la Gasolinera estaba sentado en su oficina y a través de la ventana la vio llegar… 

–¡¡Es  la Mujer Solitaria!!,  me dije, –Preciosa, con esos andares que me fascinan, con un movimiento de caderas que levantaba la mini falda dejando ver ligeramente… eso… Yo enloquecía mirándola andar hacia mi oficina…

Empecé a recordar momentos agradables con ella, era apasionada haciendo el amor.

Cuando la Mujer Solitaria entró… Yo ya estaba excitadísimo, la abracé por la cintura y la elevé del suelo mientras la acariciaba.

Ella me correspondía así que a los pocos minutos estábamos tumbados en mi sofá, de pronto ella se levantó se abrocho la blusa y se sentó.   

     –¿Qué te pasa? La pregunté extrañado, vaya reacción…

–He tenido una idea, dijo. – Se me ha ocurrido que podemos hacer el amor en casa de una amiga… me dijo Ella sin dejarme hablar….

Salimos de la gasolinera abrazados y mirándonos a los ojos.

–Esta Mujer Solitaria cada vez me gusta más…Me dije para mis adentros y continuamos andando, yo iba pensando en los momentos tan apasionados que iba a pasar con ella.

 Entusiasmado con esos pensamientos, no me di cuenta que habíamos entrado a un jardín, de repente la mujer tiro de mi, ella había visto moverse la puerta de entrada. y deprisa nos escondimos detrás de una esquina que era la entrada de un garaje.

–¿Qué pasa ahora? Le dije sin saber que hacíamos allí escondidos…

Ella no contestó se puso el dedo índice en los labios indicándome silencio y yo me calle mirando hacia la puerta de la casa que es donde ella miraba.

Al momento, salió de la casa un Hombre con el Pelo Canoso y barba de cuatro o cinco  días, que yo ya conocía por las veces que había venido a la gasolinera a decirme eso que aun no sé a qué se refiere.

Seguía yo pensando en esas cosas cuando La mujer Solitaria me dijo…

–Vamos… Llegamos a la puerta y empujó, estaba abierta…

Entramos y me sobrecogió el silencio que allí había… miré para todos lados andando por un corto y amplio pasillo que llevaba a un salón y vi a la entrada un escultura tamaño natural de una mujer bellísima.

La escultura parecía humana, no parecía una escultura, la habían vestido con ropa y no pude resistir la tentación de tocar el vestido para asegurarme, vi que era realmente tela…

La Mujer Solitaria estaba a mi lado y comenzó a acariciar el pecho de la escultura, a mi me estaba entusiasmando, ya no me importaba el silencio, solo me importaba la belleza de la escultura, cada vez mas entusiasmado, le desabroché la blusa y me encontré con un pecho precioso me parecía real. Nunca había visto una escultura tan real…

La Mujer Solitaria la besó en los labios y yo me decidí  acariciar ese pecho que me estaba deslumbrando… pero nada más tocarle sentí un escalofrío en todo mi cuerpo.

 –¡¡¡ESTA CALIENTE!!!… grité

–Sentí una mano en mi espalda que me apretaba contra la Escultura, me retiré de un salto asustadísimo… Y me di un golpe con la pared y caí al suelo medio aturdido y temblando como un niño asustado.

–¡¡PERO QUE ES ESTOOO!!!… Grité

Casi me desmallo cuando la escultura se movió y corrió hacia mí, yo me tape la cabeza con los brazos pensando que me iba a atacar y lo que hizo fue ayudarme a levantarme, mientras me ayudaba a ponerme de pie me acariciaba la cara con una ternura infinita.

Sentía sus manos suaves pasar por mi piel y me daba una tranquilidad pasmosa. La escultura, me abrazo y cogió mis brazos y se los puso detrás en su espalda, yo no pude resistir la tentación de apretarla contra mí y acariciar su espalda y toda su parte de atrás hasta sus nalgas donde me detuve apretándolas.

Ella me llevaba andando y me iba desabrochando la camisa a la vez que me acariciaba y Yo hacía lo mismo con ella así llegamos a la habitación dormitorio yo iba con los ojos cerrados y sentía sus besos, nos paramos y abrí los ojos, ¡¡¡Era La Mujer Solitaria Quien me estaba besando y acariciando!!!…

–¡¡¡PERO ¿DONDE ESTÁ LA ESCULTURA?!!!  Grité sorprendido….

En recuerdo de un difunto

Interrumpo el relato para hacer una reflexión… En recuerdo de un difunto.

La vida es algo que nos lleva por estos caminos, unas veces lisos y con vergeles y flores y otros áridos llenos de piedras que nos cuesta mucho caminar por ellos, pero es la vida que nos ha tocado vivir.

Después de recorrer los caminos que tenemos destinados nos llega la muerte, o la de un ser querido y nos lamentamos, pero nos lamentamos de nosotros mismos , nos preguntamos si hemos sido capaces de hacer todo lo posible por ese ser querido (Padre o Madre). y pedimos perdón, no sé porqué por que seguro que hemos hecho todo lo que hemos podido.

Mi Madre murió un 13 de Enero y después la madre de una amiga el mismo día… también el 13 de Enero… es curioso.

Mi padre murió un 02 de Mayo, seguro que el Padre de algún amigo ha muerto el 02 de Mayo, que descanse en paz y le pido a Dios toda la paciencia posible para mi amigo.

Amen.

EL SÁBADO SIGUIENTE

EL SÁBADO SIGUIENTE

El sábado siguiente, El Hombre de la Gasolinera estaba pendiente de todo el que se acercaba a la gasolinera.

Estaba sentado en la oficina junto a su compañero, era su día libre, pero no le importaba, tenía que hablar con ese hombre a ver si le aclaraba eso que  le dijo.

Entre tanto La Mujer Solitaria paseaba por el bulevar de la avenida, cerca del aparcamiento donde conoció al Hombre del Pelo Canoso y barba de cuatro o cinco días, pensaba en el gran dilema que tenía.

Es un gran dilema, se dijo,  el Fantasma de la Mujer del Hombre del Pelo Canoso, no se me va de la mente.

¡¡¡Yo solo quiero encontrar un Hombre que me quiera… Estaba pensando en voz alta. Y que no se enfade por que haga el amor con otros hombres!!!…

Pero su pensamiento era contestado por su conciencia que muy  potente le decía…

¡¡¡ ME TEMO QUE ESO VA SER MUY DIFICIL, AUNQUE CREO QUE EL HOMBRE DE LA GASOLINERA TE QUIERE!!!…

–Si eso ya lo sé, se dijo… –Pero es que él está liado con la Mujer de Enfrente…

–Pensándolo bien eso que  importa…se dijo; ¡¡¡ YO TAMBIÉN ESTOY LIADA CON EL DEL SUPERMERCADO Y CON EL QUE ME CAMBIÓ LA RUEDA Y CON EL DEL PELO CANOSO, BUENO MEJOR NO SIGO…

Este pensamiento le recordó al Hombre del Pelo Canoso.

–Pues ahora que lo pienso, ahora que pienso en el  Hombre del Pelo Canoso, ahí es donde está el dilema, el Hombre me gusta, pero está el fantasma de su mujer… y se me ha ocurrido una idea, así que…

–Llegué al aparcamiento y esperé a que apareciera el Hombre del Pelo Canoso y Barba de cuatro días, cuando me vio vino hacia mí como una flecha y empezó a abrazarme y a acariciarme todo el cuerpo, enseguida empecé a excitarme y noté que el Hombre también lo estaba al sentir su dureza apretándose contra mi cuerpo.…

–Estábamos apoyados en mi coche y poco apoco me fue tumbando encima del capot me subió la camiseta y empezó a besarme el pecho y acariciarme entre las piernas, yo no podía aguantar más, tenía los ojos nublados por la excitación, la respiración entrecortada me hacía dar grandes suspiros, estaba a punto y el Hombre no paraba… de pronto me levantó del capot del coche y tiró de mi hacia la salida…

–Yo me apoye en su Hombro mientras subíamos la escalera, él seguía acariciándome las nalgas y así salimos a la calle… yo iba andando excitadísima, loca por hacer el amor con él y noté que a él le pasaba lo mismo por la manera que me abrazaba.

–Así andando sin darme cuenta llegamos a su casa…

 –Abrió la puerta, entramos y me lancé a su cuello loca de pasión sin darme cuenta donde estaba le abrazaba y le besaba con ardor, el me devolvía los abrazos y los besos.

–El Hombre del Pelo Canoso me subió la falda y bajó mi tanga, las caricias me volvían loca, mi excitación estaba fuera de límites, llegó un momento que sentí su dureza buscando donde cobijarse al momento encontró la caverna que se insinuaba deseosa y entró ferozmente dentro de mi cuerpo.

El calor del Hombre del Pelo Canoso era apasionante y ya no pude aguantar más, mis convulsiones eran como un volcán echando lava al exterior…

–Me fui relajando aun excitada y abrí los ojos, mi sorpresa fue mayúscula.

Me encontré que me estaba abrazando La Mujer Fantasma, me acariciaba y me besaba con enorme ternura…

 Mientras el Hombre del Pelo Canoso miraba por los cajones de los armarios y bibliotecas buscando algo…

Entonces La Mujer Fantasma se volvió y se dirigió al Hombre del Pelo Canoso… –¿NO LE ENCUENTRAS EH?, ¡¡JAJAJAJ!! – parecía que se le había olvidado, me dijo sonriendo… Y se tumbó a mi lado bocarriba y continuó haciéndome caricias  suavemente, el perfume tan agradable que desprendía me agradaba, yo me quedé inmóvil, no podía reaccionar me sentía muy relajada, me incorporé para ver qué es lo que buscaba el Hombre…

 El Hombre del Pelo Canoso se había sentado al lado de nosotras y nos miraba con naturalidad, entonces se levantó y se tumbó en medio de las dos.

Se quitó la ropa y se echó encima de La Mujer Fantasma, yo los miraba y sentía los gemidos de placer de La Mujer fantasma.

Ambos se quedaron inmóviles respirando enérgicamente y me miraban esperando que yo dijera algo, pero no me salían las palabras.

Empecé a pensar que otra vez me había dejado embaucar por el Hombre del Pelo Canoso y que él seguía trayendo mujeres a esta casa para que su Mujer Fantasma hiciera el amor con ellas, fue entonces cuando se me ocurrió la idea.

Observé que la Mujer Fantasma, no era Lesbiana exactamente, podíamos decir que era bisexual ya que la vi  hacer el amor con el Hombre del Pelo Canoso y pensé algo que podía ser interesante, traer al Hombre de la Gasolinera a esta casa aprovechando que es sábado.

–A lo mejor sigue enfadado conmigo y no sé si aceptará, sería estupendo y así vemos si la Mujer Fantasma se lía con el Hombre de la Gasolinera.

Salí de la casa acompañada del Hombre del Pelo Canoso.

–¿No te quedas en casa?, pregunte…

–No vivo Aquí, me fui cuando mi mujer murió…. nos despedimos y me dirigí a la gasolinera con la idea que tenía en la cabeza…

EL HOMBRE DE LA GASOLINERA VUELVE A SORPRENDERSE.

El relato continua…

–Jajajaj, reía de buena gana el Hombre Solo, –Hay que ver las cosas que le suceden al Hombre de la Gasolinera…

–El Hombre va de Sorpresa en sorpresa, Recuerdo lo que me contó Merlin sobre una anécdota, veréis…

… El Hombre de la Gasolinera caminaba animado por la avenida en dirección a la casa de La Mujer de Enfrente.

Es sábado y es mi día libre, lo voy a disfrutar a tope, he comido en un restaurante cerca de mi casa, que tienen un menú casero sensacional y un vino que me está haciendo soñar con La Mujer de Enfrente.

¡¡¡Madre mía qué momento me espera!!!  Se dijo y aceleró el paso animado pensando en las lindezas de la Mujer.

–El caso es que hoy siento una atracción irresistible por La Mujer de Enfrente y tengo unas ganas locas de hacer el amor con ella, es de locura así que me he arreglado con mi mejor ropa y  me he perfumado, seguro que no me reconoce, jejej sonrió. Llegando  a  casa de La Mujer de Enfrente…

 Llame a la puerta todo emocionado y pensando en lo bien que lo pasábamos haciendo el amor y ¡¡¡me llevé una grandísima sorpresa!!! Me abre la puerta un tío con cara de pocos amigos medio desnudo y detrás de él estaba la Mujer de Enfrente también medio desnuda…

 El hombre con cara de cabreo me dice de malos modos

 “TIENE QUE SER MUY IMPORTANTE LO QUE QUIERE PARA INTERRUMPIRME EN MI MEJOR MOMENTO”.

Yo que no sabía que decir… solo acerté a susurrar, “Lo siento me he equivocado” y me fui todo lo rápido que pude.

Después de tranquilizarme se me ocurrió ir a casa de La Mujer Solitaria… para desahogarme… Me alegré recordándola en mi oficina tan cariñosa y consiguiendo que explote de placer siempre que nos vemos… El Hombre de la Gasolinera decidió que lo mejor era ir a casa de la Mujer Solitaría.

Pensando en ella cada vez me entran más ganas de verla así que fui todo lo deprisa que pude y llamé a la puerta nervioso e impaciente pensando en el cuerpo tan maravilloso que tiene la Mujer Solitaria.

Mis nervios y mi impaciencia no me dejaban esperar, ardía todo mi ser, en un momento recordé los momentos del lavadero de coches, impaciente volví a llamar a la puerta.

 Por fin se abrió la puerta y apareció la Mujer Solitaria, Bella como siempre solo tenía una bata semitransparente y desabrochada por lo que se le podía ver todo su cuerpo.

Mi ser se entusiasmo con esa visión y me lancé a por ella sin pensarlo, pero ella se echó a un lado y caí de bruces contra el suelo.

Me levanté extrañado mirándola y me dijo:

 –Tienes que irte estoy ocupada… y me cerró la puerta… pero antes me pareció ver de espaldas a un hombre con el pelo canoso.

Hoy no es mi día, me dije y desanimado me fui a la gasolinera y me quedé trabajando al lado de mi compañero aunque era sábado y mi tarde libre, me senté desanimado y me quedé un poco pensativo… así pasaron más de dos horas…

–Entonces entró un Hombre con el Pelo Canoso y barba de cuatros o cinco días y me dijo en voz alta lo mismo que el sábado pasado…

– “SÁBADO, SABADETE, CAMISA LIMPIA Y…  LO DEMÁS EL QUE PUEDA” y salió disparado y no pude alcanzarle para que me explicara lo que quería decir…

Esto se lo conté a mi compañero para ver si él sabía el significado y… me dijo…   –  ¡¡¡JAJAJAJA AMIGO MÍO, ¿PERO AUN NO TE HAS ENTERADO DE LO QUE QUIERE DECIR? JAJAJAJA.

–Pues no… no me he enterado y cuando se lo pregunto a alguien se ríe como tú y sigue su camino.

El Hombre de la Gasolinera estaba cabreado y desesperado

Cómo es posible que me haya vuelto a pasar, se decía pensativo….  –Es algo insólito  y que ya pasa de castaño oscuro, tengo que remediarlo de alguna manera.

LA MUJER FANTASMA APARECE

LA MUJER FANTASMA APARECE

El Hombre Solo seguía recordando anécdotas que le contaba Merlin…

La Mujer Solitaria conducía con un pensamiento muy claro, estaba decidida a encontrar al Hombre Solo.

  • Hoy es sábado, voy a casa me cambio de ropa y voy a la cafetería a ver si veo al Hombre Solo.

Es un hombre admirable, se dijo… El dice que es muy mayor, pero a mí no me lo parece, es admirable, me encanta oír su voz y me siento muy agusto con él.

A veces me dan ganas, de comérmelo a besos, pero siempre hay mucha gente a nuestro alrededor.

  • La Mujer Solitaria entró en el aparcamiento al lado de su casa.

Me bajé del coche mirando para todos los lados recordando el día que se me presentó El Hombre del Pelo Canoso y barba de cuatro días, recordé al Hombre del Pelo Canoso, estaba detrás de una columna medio escondido, entonces yo me dirigí lentamente a la escalera para ver si me seguía.

 Mi mini falda dejaba ver mi tanga y mi pensamiento voló hacia aquel día en el que el hombre  no pudo resistir el placer de verme las nalgas, me siguió despacio y cuando estábamos a punto de salir a la calle me abrazó por detrás y empezó a besarme en el cuello y a acariciarme el pecho.

  • Pero hoy no es esa mi intención, se dijo La Mujer Solitaria, hoy tengo que encontrar al Hombre Solo.

Me dirigí a la escalera y me sorprendió una voz.

  • ¡Hola!

Me volví y allí estaba… El Hombre del Pelo Canoso. Me miraba con impaciencia.

El Hombre del Pelo Canoso me estaba esperando en el aparcamiento con alguna intención que no era hacer el amor conmigo.

Me abrazó y me empezó a acariciar como siempre y yo que enseguida me excito cuando un hombre me toca me puse ardiendo

 Me gustaba lo que hacía y estuve un rato dudando que hacer, los transeúntes casi nos podían ver, el rellano de la escalera estaba muy cerca de la salida, seguir allí podía ser un problema

 Le animé a marcharnos del aparcamiento y salimos a la calle, comencé a andar de prisa excitada camino de mi casa mientras el Hombre me hablaba recordándome lo feliz que le hice en su casa.

Le miré a la cara y no me pareció que fuera feliz, me pareció que actuaba mecánicamente sin ningún entusiasmo, me acariciaba y observé que no disfrutaba, con estos pensamientos me dirigía a mi casa a ver si esta vez se comportaba como una fiera.

 Entonces él me cogió del brazo y me dijo que fuéramos a su casa, yo me negué, no quería problemas,  pero empecé a recordar al fantasma de su mujer haciendo el amor conmigo. Eso me excitó.

El Hombre del Pelo Canoso insistía que fuéramos a su casa, yo ya estaba sobreexcitada y no reaccionaba el me llevaba hacia su casa y yo no me daba ni cuenta, la fragancia que el Hombre del Pelo Canoso despedía me embriagaba, esa la misma fragancia que flotaba por toda la casa de la Mujer Fantasma.

Empecé a recordar a la  Mujer fantasma.

Andaba sin saber donde iba, caminaba como sonámbula pensando en las caricias de La Mujer Fantasma, no  podía resistir el deseo de sentirla de nuevo.

Los pensamientos no me dejaron darme cuenta que habíamos llegado a la puerta de su casa, el Hombre del Pelo Canoso llamó y me dijo… Entra que voy a recoger un paquete del garaje y se fue en dirección al garaje.

La puerta se abrió despacio y me encontré de frente a la bella mujer que vi en el retrato y en la escultura de la entrada al salón, me quedé inmóvil mirándola…                          

Estaba preciosa tenía un cuerpo escultural que se le transparentaba a través de la bata medio abierta que la cubría… ella sonriendo me cogió de un brazo y tiró de mi hacia adentro, cerró la puerta y me abrazó cariñosamente por detrás.

Me volví para verla de frente pero ya no estaba.

Yo seguía sintiendo que me acariciaba la espalda llegando hasta mis nalgas mientras me besaba en los labios suave y largamente, yo me entregué al placer y la devolví los besos y las caricias, no la veía pero si  la tocaba.

 Así andando despacio me llevó a la habitación me tumbó en la cama y me desnudó despacito mientras me acariciaba a medida que me quitaba cada prenda.

  Mi excitación aumento cuando sentí que ella se quitó la bata y se tumbó encima de mí, al cabo de unos minutos un profundo gemido de la mujer fantasma a la vez que se apretaba contra mí acabó con mi excitación que explotó a la misma vez que la de ella. Quedamos abrazadas sin decir ni hacer nada, quietas respirando entrecortadamente y mirándonos, ella sonreía,

 Su cuerpo aparecía y desaparecía de vez en cuando, el placer la había hecho aun más bella.

Yo estaba extrañada de que me hubiera dejado incautar por una mujer y además fantasma, no sabía qué hacer, de pronto, sentí que abrían la puerta de la calle y la bella mujer fantasma desapareció de golpe.

–Hola, sentí que decía el Hombre del Pelo Canosos entrando en la habitación, me miró con cara de deseo y empezó a desnudarse, me senté en la cama pensativa y me dispuse a marcharme, pero alguien me empujó y me volvió a tumbar en la cama sentí que me sujetaban por los brazos, mientras el Hombre del Pelo Canoso, se tumbaba encima de mí.

Yo sentía las caricias de la mujer fantasma a la vez que las del Hombre, cerré los ojos y en un momento de mi excitación sentí al Hombre del Pelo Canoso dentro de mí, y ya no pude aguantar más dando gemidos de placer abrí los ojos y vi que era la Mujer Fantasma la que estaba encima de mí y observe que el Hombre del pelo Canoso la acariciaba a ella también.

Vi como ella sonriendo me miraba y se daba la vuelta y observé que el Hombre de Pelo Canoso se tumbaba encima de la Mujer Fantasma a mi lado.

Vi como el hombre buscaba con su dureza las profundas cavidades del cuerpo de la mujer hasta que las encontró.

Miré a la mujer y vi como la Mujer Fantasma abría la boca para tomar aire dando gemidos de placer.

Momento que aproveche para coger mi ropa y salir a toda velocidad de la casa, vistiéndome como pude por el camino ante las miradas de la gente.

El pánico de haber estado con un fantasma aun no se me ha quitado.

–Ya no sé si esto es un sueño o es una realidad

–No quiero volver aquí, se dijo la Mujer Solitaria mirando hacia la casa con cara de terror.